Ubuntu «Yo soy porque nosotros somos»

 

Si eres improvisador aquí tenemos la palabreja que define la filosofía que debemos seguir en la escena «Ubuntu»

Esta palabra venida del Zulu y Xhosa, tiene un significado que es difícil en nuestra lengua, pero esta regla ética sudafricana, representa sin querer toda la base de la improvisación a nivel teatral y a nivel «vital».

Ser humano hacia los demás, entender que si tu ganas yo gano, lo mio es de todos. Son algunas de las ideas con las que podemos traducir esta palabra que nos permite acallar por un momento nuestro tren de pensamiento para, por un instante «To Be» ser y estar con los otros.

Dar a los demás para recibir. No es solo un consejo de la corriente del pensamiento positivo o uno que te da tu madre. Es la clave para empastar las escenas, acomodando las ideas como un torrencial provocado por una nube común.

Esta fusión entre humildad y empatía nos coloca en la actitud necesaria para poder trabajar en equipo. Para poder lidiar con la escena de una manera organizada y natural en la que el «ego» reconoce que siendo parte de un todo es mucho más grande.

Estar abierto y disponible para los demás. Esa es la básica condición.

 

 

 

Gestión de las emociones

Trabajando con Will Lueradijo una cosa que me pareció fascinante: «Las emociones es lo único que no se puede destruir en escena«.dolor

Y así es, las emociones cambian pero no se pueden destruir. Todo lo demás que se propone durante la improvisación puede ser completamente destruido: una mesa, un coche, una propuesta de lugar o de acción… Cualquiera de tus compañeros puede pasar por encima de tu mesa, de tu coche y de tu acción, pero no por encima de la emoción que tu personaje esté marcando en ese momento.

Desde que estudié interpretación, trabajo con cuatro emociones básicas: placer, ira, miedo y dolor. De manera más común llamadas: alegría, cólera, miedo y tristeza.

Yo prefiero trabajar con «placer» en vez de con «alegría» porque este nombre ayuda a llegar a más cosas que a poner una sonrisa en la boca, lleva a un estado físico de bienestar y, aunque la palabra «placer» nos lleva a una connotación sexual, pronto se descubre que hay muchas cosas que nos causan placer en el día a día. Disfrute, felicidad, alivio , dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, capricho, extravagancia, deleite, orgullo, satisfacción son algunos de los rasgos que podemos extraer de la emoción primaria de «placer».

Sin títuloAplicar las emociones como un cemento que une los ladrillos de la improvisación es fundamental para obtener un buen resultado escénico y conseguir que estas no sean estáticas sino que vayan fluyendo de una a otra con la realidad que va viviendo el personaje. Ese el trabajo principal a desarrollar por el improvisador.

Con los alumnos más avanzados trabajo con dos emociones a la vez: dolor y placer»,miedo e ira, miedo y placer, dolor y miedo… Estas contradicciones producen sentimientos más reales que, aplicados a las acciones de la improvisación, pronto dan un excelente resultado.

Por último, no hay que olvidar las emociones primarias mezcladas en diferentes grados. Unas con otras nos darán un amplio abanico de emociones secundarias con las que podremos trabajar y que podrán ser la base de un personaje o una escena. ira

¿Qué trabajo haces tú con las emociones?

Escuchar a los demás, a ti mismo y al mundo

Es fácil al improvisar darse cuenta que uno tiene los recursos que tiene y que necesita de más lugares para sacar las ideas o ayuda para sostener la escena. Esas ideas a las que nosotros no alcanzamos se encuentran en la gente y el mundo que nos rodea. Bien es sabido que cuando coges algo de alguien y lo modificas podrían calificarte de plagiador o de copiar, por suerte en la improvisación todo se ve desde un punto menos egocéntrico y solo se trata de compartir.

susto
Cara que se nos queda cuando escuchamos las cosas negativas

1-Escuchar lo que yo propongo

Dentro de ti hay una estrella…si lo deseas… brillará. Y así es. Es inevitable hablar en primer lugar de la voz que oyes primero, que es la tuya propia. Esta voz puede venir llena de mensajes hacia lo que estás haciendo (creando) o llena de mensajes negativos. Escuchar estos mensajes negativos es tan malo como solo escuchar tus propia voz. En la vida no hay guión y por eso sin guión puedes estar seguro de que no hay error. Lanzarte con tu idea es empezar a caminar sin mirar, no sabemos a donde vamos a llegar, lo único que esta claro es que llegaremos a algún lado. El error sería quedarse quieto ….

2- Escuchar a los otros

Elemento clave para la construcción. Hace tiempo vi en un libro que para escuchar a otro hay que poner tal atención que tienes que ser capaz de repetir lo que dijo con las mismas palabras, la misma cara y la misma emoción con la que te lo ha dicho a ti. Si hiciéramos esto no pondríamos toda nuestra energía en intentar contra-proponer las ideas de los demás, responderles de mala gana o intentar quedar por encima. ¿Cuánta energía gastamos en pisar a los demás en vez de construir con ellos?  Normalmente mientras la gente nos habla ya estamos maquinando que vamos a responder. Ya empezamos mal. Tenemos una cabeza lo bastante rápida como para asimilar información y responder de manera coherente…

3- Escuchar el mundo

Escuchar el mundo, los objetos, a los otros nos dará la respuesta que buscamos

La respuesta está ahí fuera…  En muchas ocasiones, cuando la escena empieza a quedar bloqueada solo hay que girarse, la puerta para salir de ahí esta detrás. En un laboratorio la idea es hacer una super pócima, si esta idea se agota es tan sencillo como darse la vuelta y mirar en ese laboratorio o a esa super pócima para ver por donde puede continuar la historia. El mundo, el lugar, los objetos todo te está proponiendo cosas. Además no te las susurran , normalmente te las están gritando incluso con bengalas.

Mira fuera, sal de tu cabeza y entra en el mundo.

La felicidad, improvisando un mundo color de rosa

Después de muchos años dando clase, en las primeras sesiones cuando los alumnos ya seimprovisación sienten capaces de hacer pequeñas escenas, les planteo que hagan un mundo perfecto. Ellos pueden ser quienes quieran y pueden estar donde quieran. No son raras las situaciones en playas paradisíacas o grandes mansiones. Lo divertido del ejercicio es que todo el que entra tiene que plantear su mundo de color de rosa e intentar ser feliz… En el teatro improvisado, al estar jugando con la imaginación, realmente tienes de todo (el dinero, los objetos, la ropa…) también puedes estar donde quieras e incluso viajar dando una palmada… y por descontado que puedes ser quien quieras ( un rey, un jugador de fútbol, un dictador…) Pero nada, mis improvisadores nunca son felices, siempre terminan discutiendo por alguna tontería o terminan en una gran guerra con grandes ejércitos enfrentándose. En alguna ocasión se alcanza un extraño equilibrio, separan el espacio en 2 y cada uno vive su impro en su lugar, pero al poco se aburren…

Será que… ¿Quién seas o lo que tengas no es la clave para ser feliz?

Miedo a la hoja en blanco

Ya estoy sentado, ya he comido, ido al baño, ya no hay excusas… ya estoy sentado y el bombillamomento de desarrollar esa idea, que tengo en la cabeza, llega…

Pero en ese instante que preparo los dedos para teclear, en ese microsegundo que acerco el bolígrafo, en ese pestañear que el lápiz sobrevuela la hoja…

Todo se va… se pierde , se borra. Hoja en blanco.

Tras quitarnos las excusas que nos impiden ponernos con la idea, llega la segunda fase. Los juicios (miedos) y estos provocan el bloqueo, hacen que nuestra idea afloje su peso…¿Dónde estás?

La primera regla de la improvisación (por catalogarla de alguna manera) pide la total aceptación y promueve la construcción desde ese lugar. Sí y…

Al principio a los alumnos de impro les damos lugares, personajes, situaciones para que no tengan que preocuparse por la «idea 0» sino que partan desde ella, sólo se trata de construir. Aceptando ciegamente, las primeras escenas de los alumnos son una increíble fuente de ideas, que se repiten una tras otra sin filtro, sin juicio. La consigna «todo vale» elimina los juicios y todos se atreven con todo. Gente que nunca hizo teatro se encuentra cómoda proponiendo todo tipo de cosas que pueden ocurrir en un hotel, un ascensor, una tienda… la imaginación manda, lo creativo se impone a lo analítico. Todos construyen sobre la «idea 0» Me fascinan siempre esas primeras escenas en los grupos de iniciación, hasta 8 personas pueden llegar a salir para compartir lo primero que les viene a la cabeza con los que están jugando con ellos, todos hablando, todos creando, dibujando la situación. Pasamos de la nada al todo. En las siguientes sesiones trabajaremos para que todo termine teniendo sentido pero ahora hay que disfrutar de esto…. Por cierto, volvamos a nuestra hoja en blanco.

¿Cuál fue la «idea 0» que me llevó a sentarme? Acepta, la hoja en blanco ya es la primera propuesta…